2011/11/17

Ekain: Santuario Paleolítico

En la cueva de Ekain se pueden distinguir dos partes bien definidas, la zona más luminosa era la vivienda de los humanos del Paleolítico, y tras cruzar un estrecho túnel descendente de unos 15 metros, está lo que se ha identificado como un “santuario”, ahí se guardan las expresiones de arte rupestre que han dado renombre a Ekain.


Es una teoría bastante aceptada que el arte rupestre, los conjuntos de figuras representados en las paredes de las partes más oscuras de las cuevas, está relacionado con el mundo ideario de las personas del Paleolítico. Aunque existan muchas dudas sobre lo que realmente trataban de expresar aquellas personas, por ese motivo, las cuevas con arte rupestre se conocen muchas veces como “santuarios”.


Ekain es un “santuario” dedicado al caballo. El arqueólogo André Leroi-Gourhan lo calificó como “el conjunto de caballos más perfecto de todo el arte Cuaternario”. Unos humanos de la especie Homo sapiens-sapiens realizaron estas figuras hace 13.000 o 14.000 años, en el Magdaleniense.


Ekain se considera un “santuario profundo”, sus figuras se hallan totalmente protegidas de la luz del sol, pero al mismo tiempo, las imágenes se encuentran bastante cerca de la entrada.


Se distinguen tres zonas geográficas y tres unidades de figuras en la cueva, en la zona de entrada hay signos e imágenes aisladas; tras otra serie figuras aisladas, las imágenes más conocidas de Ekain se encuentran en la zona central; en el fondo, después de dejar atrás otra serie de figuras aisladas, aparece otro panel de pinturas.


Entre las representaciones de animales de Ekain, más de la mitad son del caballo, con un total de 34 figuras, les sigue muy de lejos el bisonte, con 11 representaciones en total, seguidos de 5 cabras (probablemente cabras monteses pirenaicas), otros 3 ciervos (dos hembras y un macho), encontramos dos osos pardos en la zona más privilegiada de cueva, también hay dos figuras que se han identificado como rinocerontes lanudos, aunque sean controvertidos, todo ello sin tener en cuenta diversas marcas y signos esparcidos por la cueva.


En las figuras de Ekain se ve la mano de al menos siete artistas o “maestros”. Los expertos toman en cuenta diversos aspectos para realizar esa afirmación, y algunos identifican la mano de al menos seis artistas más.


Según algunas fuentes, todos los caballos de Ekain habrían sido realizados entre cuatro maestros distintos. Siguiendo esta teoría, el primer maestro de los caballos trabajo en los paneles más grandes, decorando la zona de paso al centro de la cueva. El segundo trabaja tanto en el centro como en el panel del fondo. Los caballos de un tercer maestro se limitarían al panel más grande. Se cree que un cuarto maestro pudo tener un “taller”, existen algunos caballos iniciados con gran maestría, pero que muestran la intervención de una mano más torpe en algunos detalles. Además, existen problemas para establecer a qué maestro pertenecen algunos caballos, la mayoría de las veces por la mala conservación de las figuras o porque presentan pocos detalles.


Se cree que los 11 bisontes de Ekain han sido realizados por al menos dos maestros, uno de ellos muestra una mano firme y pinta con trazos largos, un segundo utiliza trazos cortos y muestra una menor seguridad.


La cabra es una especie escasa en Ekain, se ven cinco ejemplares de lo que parece la cabra montes pirenaica, uno en el gran panel y el resto en la galería denominada Auntzei, se cree que son obra de al menos dos maestros, esa distinción se ha establecido por la perspectiva utilizada en las figuras y por la capacidad técnica del artista.


En este santuario se pueden ver tres ciervos, dos grabados y uno pintado, es la única especie de la que se pueden diferenciar macho y hembra en Ekain. Las dos figuras grabadas se encuentran la una dentro de la otra y se cree que son del mismo maestro, la cierva del gran panel presenta características distintas y se cree que pertenece a un segundo maestro.


Los peces son un animal poco frecuente en el arte rupestre y en Ekain hay dos, un salmón en la galería Auntzei, y la cola de un lenguado en el gran panel. El artista que ha trabajado el salmón muestra una mano firme y una gran capacidad para el dibujo, el que ha pintado el lenguado ha tenido que corregir el trazo una y otra vez.


Los osos también son animales especiales en el arte rupestre y en el centro de la cueva de Ekain, en un techo abovedado de 1,20 metros de altura, se pueden ver dos osos pardos, se cree que pertenecen a un solo maestro y no se cree que éste haya participado en el resto de las figuras de Ekain.


No se puede afirmar por ejemplo que un artista de los caballos no pintara también algunos bisontes, o que un maestro de los ciervos no pintó también los caballos, pero se puede pensar que las personas que trabajaron en Ekain fueron un pequeño grupo de especialistas, eso sí, no todos trabajaron al mismo tiempo en la cueva, estas maravillosas figuras corresponden a artistas de varias generaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario